Es cierto que tienes una sección sobre mí en mi página, pero como buena página de sobre Caro Chan está mas enfocada en que puedo hacer por ti, mi futura Geisha del maquillaje y maquilladora profesional, así que no queda muy claro porqué decidí dedicarme al maquillaje profesional, que tal fue mi carrera, y lo que más intriga te estará creando, porqué dejé de dedicarme full time a esta profesión.
En el video de hoy te lo explico todo con más detalle pero si no puedes verlo en este momento y te apetece mas leer, te voy a hacer un pequeño resumen.
En mi familia me inculcaron que cualquier profesión que no tuviera un estudio científico detrás estaba abocada al fracaso. Mi padre con varias carreras a las espaldas siempre dejo claro que lo que se te daba bien y te gustaba, como maquillar y peinar, era un hobby y de un hobby no se vive.
Y lo creí de tal manera que después de cursar ciencias puras en el instituto me matriculé en Ciencias Ambientales… y era muy, pero que muy infeliz.
No recuerdo exactamente qué fue lo que me hizo darme cuenta de que vida solo hay una y que tenía que hacer algo que me hiciera feliz.
En aquel momento se me presento a modo de idioma: El japonés, me entusiasmaba, era muy otaku (friki de las cosas de Japón) y decidí dejar la carrera y estudiar ese idioma. En ese año, que me tomé para ver si realmente me gustaba y se me daba bien, descubrí que daban una beca a la ciudad de Kyoto si estudiabas Bellas artes o Económicas.
La verdad es que estaba cansada de tanta ciencia y tiré para Bellas artes. Nunca había visto historia del arte, no sabía lo que era la proporción áurea y menos había cogido un carboncillo, a diferencia de mis compañeros que venían de un bachillerato artístico. Yo sabía lo que quería y nada me iba a desanimar, al final conseguí esa beca, aunque no puede disfrutarla ;(
En cuarto año me concedieron la beca Erasmus a Génova, Italia. Ese año yo maquillaba y peinaba a todas mis amigas antes de salir de fiesta. Era lo mejor de la noche. Fue ese año que mi amiga Maya sembró una semilla en mí.
¿Por qué no dedicarme a eso si tan bien se me daba y tanto me gustaba?
Imposible, nadie puede vivir de hobby
Fue lo único que le respondí a su pregunta pero esa semilla germinó y al terminar la carrera decidí darle una oportunidad a mi sueño y cursar los tres máster de maquillaje profesional, efectos especiales y peluquería de plató en Madrid.
Y la verdad es que los dos primero años fueron geniales, la crisis aún no había llegado y vivía mejor que quería. No me faltaban los trabajos muy bien pagados y colaboraba con grandes firmas como Max factor, Mac. L’oreal entre otras. El año que entró la crisis decidí que no quería trabajar vendiendo exclusivamente cosméticos y que quería un cambio de aires, Madrid es genial, pero necesitaba algo más de calidad de vida.
Me gusta viajar y los idiomas así que no me costó conseguir un trabajo como azafata de vuelo, los días que no volaba hacia trabajos de maquillaje y el resto viajaba. No estuvo mal hasta que me quisieron cambiar de mi base en Reus a Escocia y la verdad que no me apetecía nada aquel clima. El Reus me pasaba los días en la playa con ese clima tan bueno y me parecía que era ir hacia atrás en calidad.
Me mudé a Granada de nuevo y conseguí un trabajo como encargada de una tienda de productos afroamericanos, donde ademas de gestionar el negocio aprendía a pasos agigantados sobre ese tipo de piel y cabello. Fue una época tranquila, de mucho conocimiento y de coger una visión más empresarial.
Pero como siempre Granada se me quedaba pequeña y después de haber estado trabajando en pasarelas, editoriales de moda y grandes eventos en Madrid echaba de menos la industria del maquillaje, así que no corta ni perezosa, volví a empacar y me mudé a Londres.
Aquí el comienzo fue más duro, no solo no conocía a nadie de la industria sino que encima estaba la barrera del idioma, que una se piensa que habla inglés perfectamente hasta que tiene que hacer una entrevista por teléfono ¡jajaja! Pero al final encontré mi hueco, hice mi circulo, conseguí trabajos muy chulos y disfruté mucho a nivel profesional.
La cosa prometía mucho en la cima de mi carrera… hasta que una artrosis juvenil, detectada 5 años antes, vino a desmontarme por completo.
Esto es algo que muy pocas personas de mi entorno saben, que las manos me duelen tanto que ya no soy capaz de sostener un pincel más de una hora, y nos olvidamos de las herramientas de cabello… el secador me mata.
Tuve que aceptar la más triste de las realidades, mi carrera de maquilladora tocaba a su fin. Tendría que hacer un giro profesional a algo que no implicara el uso continuo de mis manos.
Te puedes imaginar como he pasado los tres años desde que regresé de Londres a Granada.
Pero no soy de quedarme mucho en mi mierda, así que decidí que era hora e buscar una profesión para el futuro. Programación y diseño web prometían y me enfoqué en ellas, pero obviamente no me levantaba con el mismo entusiasmo que si fuera a una sesión de maquillaje.
Me faltaba esa chispa. Había desterrado el mundo del maquillaje de mi vida, me era demasiado doloroso ver todo lo que yo no podría hacer…hasta que llegó el que es hoy mi mentor y me abrió los ojos.
Quizás no podría maquillar pero sí ayudar a todas aquellas maquilladoras que necesiten un empujoncito en su carrera. Introducirlas en las nuevas tecnologías, ayudarles a petarlo. vivir el maquillaje a través de ellas.
De esta manera podría seguir en contacto con este mundillo que tanto me gusta, y encima ayudar a otras mujeres a que sean felices, se levanten por la mañana con una sonrisa en la cara y hacer una comunidad guay, donde no haya envidias ni zancadillas sino maquilladoras buenrolleras que quieran ayudarse a empoderarse y crecer apoyándose unas a otras.
¿Lo ves muy utopía? ¿Me vas a ayudar a que esto se haga realidad? ¡ouh yeah!
Si aún no has visto el video te animo a que lo hagas y lo compartas si crees que puede ayudar a alguien. Quitarse las vergüenzas y enseñar lo que oculta tu alma es de los mejores ejercicios que puedes hacer.
¿Te ha gustado?¿Qué te da vergüenza compartir? Hazlo, te juro que te vas a notar mucho más ligera.
Hola Caro, me llamo Juani yo trabajaba en una empresa de ocio y tiempo libre donde me encantava hacer pinta caras, ahí fue donde me di cuenta que el maquillaje era lo mio… hace unos meses me hice un máster de maquillaje profesional, eso sí pagando una pasta…
Ahora bien, ya tengo mi titulación y algún maquillaje que he ido haciendo pero sin muchas clientas.
La verdad es que me siento super estancada, no se por donde tirar y lo que es peor no salgo de mi zona de confort…
En Murcia capital pensé que tendría más oportunidades pero no fue así, sin padrino (enchufe) no trabajas.
Me estoy empezando a desmotivar y a frustrarme bastante.
Caro me he sentido identificada contigo…
Espero un soplo de fe… gracias
El principal problema que estoy viendo en muchas maquilladoras es que no tienen la mentalidad de empresarias, cuando quieres ser maquilladora freelance todo corre a tu cargo… Si ves que aún no puedes estar en ese punto entra en una firma cosmética, vendiendo sus productos y ve metiendo la cabeza poco a poco.
Hay muchísimas maquilladoras que no tienen enchufe y viven de su pasión. Tú no dejes de intentarlo nunca.
Y mucho ánimo!!!